Salud Materna

• Derecho al goce, la satisfacción y la gratificación sexual.
• Derecho a conocer y valorar el propio cuerpo.
• Derecho a decidir si se tienen o no relaciones sexuales.
• Derecho a expresar la orientación sexual o identidad de género.
• Derecho a una vida libre de violencias.

• Derecho a decidir libre y responsablemente el número de hijos.
• Derecho a decidir ser padres o madres.
• Derecho a conformar una familia.
• Derecho de las mujeres a no ser discriminadas en razón del embarazo o la maternidad.
• Derecho a una maternidad segura.
• Derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.

De esta manera, las personas tienen autonomía y autodeterminación reproductiva, conceptos claves a la hora de tomar decisiones sobre el inicio y ejercicio de su vida sexual y reproductiva. 

Un embarazo no deseado, no planeado y finalmente no aceptado, puede ser entre otras, el resultado de relaciones sexuales no consensuadas o del fracaso o no uso de métodos anticonceptivos, y puede presentarse a cualquier edad y estrato social, aunque es más común en adolescentes, mujeres solteras y de escasos recursos.

Ante un embarazo no deseado o no planeado, la mujer puede tomar la decisión de interrumpirlo o darle continuidad para asumir la maternidad o entregar el bebé en adopción. En cualquiera de los casos, la mejor opción es buscar siempre ayuda y orientación del personal de salud en la IPS más cercana, para recibir toda la información necesaria que le permita tomar la decisión más conveniente.  

Entre las consecuencias más graves, de tomar decisiones sin información de buena calidad, frente a un embarazo no deseado o no planeado, están las prácticas de abortos inseguros en lugares clandestinos o sin acompañamiento de un profesional calificado, que pueden terminar en la muerte evitable de la mujer. 

Por otra parte, asumir una maternidad no elegida, obligada o forzada, conlleva a la afectación del estado mental y social de la mujer, que termina afectándola no solo a ella, sino también a su hijo, pues esto es un factor de riesgo para el abandono, negligencia, abuso e incluso violencia intrafamiliar.

Por lo anterior, la maternidad debe ser siempre una elección,  que facilita entre otras cosas:

• El ingreso temprano al control prenatal (antes de la semana 10 de embarazo).
• La adherencia al control prenatal, la toma de laboratorios clínicos, ecografías, multivitamínicos, entre otros.
• La atención oportuna y pertinente del binomio madre hijo por parte del personal de salud.
• La salud mental, emocional y física de la embarazada y su bebé.
• El desarrollo social y económico del país.

Todos los servicios en salud mencionados son gratuitos, confidenciales y tienen como fin, orientar, cuidar la salud de la mujer y prevenir complicaciones que puedan afectar su vida. 

IMPORTANTE: Se debe tener en cuenta que las relaciones sexuales pueden resultar en un embarazo, por lo tanto, el evitarlo si no se desea es una responsabilidad compartida del hombre y la mujer y para ello deben usar métodos para la anticoncepción o planificación, sumado al uso de condón, con el fin de tener una doble protección: del embarazo y de una infección de transmisión sexual como el VIH, la sífilis o la gonorrea.

Es muy importante que una persona, sea consciente de su autocuidado a lo largo de todo el ciclo de vida. En la salud sexual y reproductiva, la mujer debe conocer su ciclo menstrual, puesto que la ausencia de la menstruación, es uno de los signos más tempranos.

• El primer cambio que notarás es q que no te llega tu período menstrual, esta es la primera señal de que debes consultar a tu IPS para confirmar el embarazo y empezar tu control cuanto antes. Es importante que visites al médico periódicamente, para que revise el desarrollo físico del bebé y el tuyo. Estas visitas al médico se llaman “control prenatal” y  busca prevenir complicaciones y llevar un embarazo saludable y un parto seguro. En caso de detectar algún riesgo o alteración tempranamente, se actuará a tiempo para evitar complicaciones y además reducir molestias propias del embarazo.
• Tu temperatura corporal cambia, debido a que el cuerpo está más caliente, se transpira con más facilidad, por lo que se recomienda usar ropas livianas
• En algunas etapas del embarazo la mujer duerma más o tenga algunas náuseas y vómitos especialmente en el primer trimestre, estás más fatigada, te duele la espalda baja, aumenta tu deseo de orinar debido a la compresión de los órganos por el crecimiento del útero.
• Por acción hormonal todas las funciones se tornan más lentas por lo que puede haber estreñimiento. Para remediarlo es conveniente comer frutas y verduras, alimentos integrales y evitar las comidas muy condimentadas.
• Los senos aumentan de tamaño, se ponen sensibles y la areola se oscurece.
• Aparece una línea oscura desde el ombligo hasta el pubis.
• Tu cuerpo cambiará de forma: tu vientre crecerá indicando que el feto también lo está haciendo. En las primeras semanas es poco notorio, pero llegará el momento en que observes un pequeño bultico en la parte baja de tu vientre, y en tan solo 20 semanas él habrá crecido hasta la altura de tu ombligo.
• En el embarazo normal, la mujer aumenta entre 11 y 16 kilogramos de peso, es importante el seguimiento y acompañamiento nutricional para detectar cualquier anormalidad.
• Durante el embarazo las hormonas, además de provocar importantes cambios físicos como inflamación de las encías, crecimiento de las uñas y el pelo, pueden provocar cambios del estado de ánimo, por esta razón es importante contar con el apoyo de la pareja, de la familia y del círculo social.

Una vez se crea que se está en embarazo, ante la menor o ligera sospecha, se deberá acudir a la IPS más cercana y pedir de manera gratuita la prueba de embarazo. Una vez este se confirme, se realiza la primera consulta prenatal, idealmente, antes de la semana 10 de gestación, es decir antes de cumplir los 2 meses, con el fin de poder valorar el estado de salud de la embarazada, lo que permite clasificar el riesgo del embarazo. Este aspecto es sumamente fundamental para planear las acciones de cuidado integral del binomio madre-hijo.

Durante los controles prenatales se intervienen o tratan las condiciones preexistentes de la mujer, evitando que su condición se agrave o complique, previniendo de esta manera la muerte durante el embarazo, parto o puerperio, por enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad, entre otras.

De igual manera, se previenen, detectan y tratan a tiempo afectaciones psicológicas como la depresión y la ansiedad; se realizan ecografías, se toman laboratorios clínicos, se realiza consulta con el odontólogo y nutricionista. 

Se espera que como mínimo, la mujer asista a 7 consultas si ya tiene hijos, de lo contrario, se programarán mínimo 10 controles que se deben realizar de manera mensual hasta la semana 36, y luego cada 15 días hasta la semana 40. 

La mujer embarazada podrá: 

• Acceder a un mínimo de 7 controles con personal de salud calificado.
• Recibir asesoramiento sobre los hábitos y estilos de vida saludables recomendables durante el embarazo como la alimentación balanceada y mantenimiento de la actividad física.
• Recibir suplementos nutricionales como el hierro, el ácido fólico y el calcio. El consumo de estos es muy importante para prevenir la anemia materna, la infección puerperal, el bajo peso del bebé, el parto prematuro y para la prevención de los trastornos hipertensivos.
• Aplicarse las vacunas para la prevención de enfermedades infecciosas, como el Tétanos, la influenza y el Covid-19.
• Realizarse ecografías para conocer la edad gestacional, detectar posibles anomalías fetales, embarazos múltiples, entre otras.
• Recibir el tratamiento a las enfermedades físicas y mentales presentes en la madre o que se detecten en los controles prenatales, de manera cálida y oportuna.

Mediante el control prenatal, puede detectarse y tratarse a tiempo enfermedades como el VIH, Sífilis, Chagas, Toxoplasmosis, rubeola, entre otras y así evitar que se trasmitan al bebé; siempre y cuando se cumplan todas las recomendaciones dadas por el equipo de salud. 

Recuerda que existen enfermedades o antecedentes clínicos de la mujer que pueden empeorar con el embarazo; así como también pueden aparecer nuevas enfermedades inducidas por la gestación como la Hipertensión, que, sin un manejo adecuado, puede terminar en partos prematuros, daños permanentes y muerte de la madre y/o el bebé.

 Importante: Asistir a todos los controles parentales programados y procurar a toda costa que el parto sea atendido por un profesional de la salud y en un ambiente hospitalario, así se previenen condiciones que pueden poner en riesgo la vida de la embarazada y su recién nacido.

El nacimiento de un nuevo ser, es un acontecimiento importante en la vida de la mujer, la pareja y/o de su círculo social.

Si bien, la responsabilidad de asumir el cuidado y crianza de un nuevo miembro de la familia y la comunidad, debe ser compartida, pues la mujer es quien más pone de su parte, en la formación in útero de este nuevo ser, atravesando por cambios físicos, emocionales y sociales que requieren del apoyo incondicional de las personas que la rodean. 

De la pareja, la familia y amigos, se espera:

1. Apoyo emocional y acompañamiento al cuidado del embarazo y recién nacido en el entorno hogar.
2. Acompañamiento a los controles prenatales, al curso de preparación para la maternidad y paternidad. al parto y durante el puerperio o la dieta.
3. Que estén alertas y en capacidad de reconocer los signos de alarma y de buscar apoyo o ayuda hospitalaria o de emergencia, si la embarazada llega a presentar, por ejemplo: dolores de cabeza, Hinchazón de manos, cara piernas y pies, Si ve lucecitas o nublado, Si escuchas zumbidos, si presentas sangrado vaginal o si el bebé deja de moverse.
4. Solidaridad con la gestante, facilitando el cuidado en los diferentes escenarios sociales como en el trasporte público, evitando largas filas, entre otras.
5. Formación de redes de apoyo comunitarias que permitan ayudar después del parto con el cuidado de la madre, del recién nacido y de otros hijos o miembros de la familia que dependan de su cuidado.

Teniendo en cuenta los enfoques de derechos, género, diferencial y curso de vida antes, durante y después del evento obstétrico como estrategia del componente de prevención y atención integral en salud sexual y reproductiva desde un enfoque de derechos, implica el reconocimiento de la salud materna no solo como la ausencia de enfermedades durante el embarazo, parto y postparto, sino que la mujer gestante pueda disfrutar​ del más alto nivel de bienestar físico, men​tal y social, para​ vivir y afrontar su maternidad dignamente, de tal manera que este momento del ciclo vital permita sustraer a la mujer de la mirada exclusivamente biológica o médica, y que sea también a​​​​​bordada desde lo social, con todos sus determinantes dentro de un marco de derechos.

​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​La maternidad es un viaje poderoso de la vida, un reconocimiento a la capacidad de transformación del cuerpo para albergar la vida de otros y otras;​ a través de ese dialogo molecular entre los sueños y las expectativas,  transcurren nuestras primeras lecciones de lo que será el mundo. Cuidar tu vientre, tus emociones, tus hábitos son parte del acunar la vida cada día.

​En Colombia, un número importante de mujeres gestantes mueren al año, en promedio durante un día, 40 mujeres embarazadas están cerca de la muerte, la mayoría de las veces por causas prevenibles que están relacionadas con hipertensión asociada al embarazo, hemorragia o infección.

​Nuestro país ha venido haciendo importantes esfuerzos dirigidos al mejoramiento de la calidad, oportunidad y ​gestión en los servicios de salud, la generación de alianzas y sinergias entre sectores y actores competentes e interesados, la promoción, formación y fortalecimiento de organizaciones y redes de movilización social y la gestión de la comunicación y del conocimiento, impactando en la reducción de brechas de equidad​ y el fortalecimiento de competencias en el talento humano en salud.

Estos aspectos en su conjunto permiten actuar de manera más consistente y oportuna a través de las acciones de promoción, prevención y gestión del riesgo de las gestantes procurando la mejora en general de la salud materna y en específico de los indicadores de mortalidad materna y morbilidad materna extrema. En el marco de la Política de atención integral en salud (PAIS) y la aplicación del Modelo de atención integral en salud (MIAS) para las mujeres gestantes, se busca garantizar la oportunidad, continuidad, integralidad, aceptabilidad y calidad en la atención en salud bajo condiciones de equidad como elementos determinantes para el fortalecimiento de buenas prácticas que redunden en una mejor salud materna.