Día del Cáncer Infantil, Boletín 117
Día del Cáncer Infantil
Viviendo con cáncer infantil, señales de alerta y cuidados en el tratamiento
El15 de febrero se lleva a cabo el Día del Cáncer Infantil, una enfermedad de la que sólo en América latina se reportan más de 29.000 casos diagnosticados y que cobra la vida de muchos niños y niñas alrededor del mundo; por eso en esta ocasión Asmet Salud EPS se permite informar sobre las señales que alertan sobre la posibilidad de que un menor de edad tenga esta enfermedad y los cuidados que se deben tener durante el tratamiento cuando hay un diagnóstico de esta patología.
Descripción de la enfermedad
Cuando hablamos de cáncer, nos referimos a un grupo de enfermedades cuya característica principal es la transformación y la multiplicación anormal de las células de cualquier parte del cuerpo, las cuales además tienen la capacidad de invadir otros órganos y tejidos. En los niños y niñas es frecuente el cáncer que se origina en las células sanguíneas, llamado leucemia, también existen otros tipos de cáncer que se desarrollan a menudo en la infancia, tales como el de ojo, encéfalo y sistema nervioso central.
A diferencia de muchos tipos de cáncer en adultos cuya causa está estrechamente relacionada con los hábitos de vida, como consumo de tabaco, alcohol, relaciones sexuales inseguras, la mayoría de las veces se desconoce la causa del cáncer infantil, pero en algunos casos pueden existir factores de riesgo, genéticos, hereditarios, exposición a radiación, y otros que pueden favorecer su aparición.
Señales de alerta de cáncer infantil
Aunque no se pueda predecir a que persona va a desarrollar o no cáncer infantil, estas son algunas señales a las cuales debemos prestar mucha atención ya sea porque las observemos o porque los menores de edad nos las expresan:
- Palidez progresiva, fatiga, cansancio debilidad o apatía sin causa aparente.
- Pérdida de peso inexplicable.
- Dolor de huesos y articulaciones.
- Sudoración nocturna o excesiva.
- Fiebre persistente o recurrente (no cede a tratamientos comunes).
- Puntos rojos (petequias) o morados en la piel o moretones (hematomas) sin causa aparente.
- Sangrado frecuente de nariz o de encías.
- Crecimiento de bolitas (ganglios) en cuello, axilas o zona inguinal, sobre todo si son duras, grandes y sin datos de infección, que no disminuyen con antiinflamatorios.
- Crecimiento anormal en cualquier parte del cuerpo.
- Mancha blanca en el ojo cuando le da la luz, desviación de mirada o aumento de volumen en uno o ambos ojos.
- Dolor de cabeza persistente, que empeora con el tiempo y no cede con medicamento, despierta al niño o niña y es asociado a náusea o vómito.
- Alteraciones neurológicas.
- Picazón en la piel sin explicación aparente.
- Infecciones que no mejoran.
- Alteraciones en la visión (borrosa, doble, o ceguera súbita).
Ante la presencia de uno o más de estos síntomas hay que acudir de inmediato a consulta médica, y no consultar con personas inexpertas.
Cuidados en el tratamiento
Lastimosamente habrá personas que deban vivir con cáncer infantil, y deberán someterse a tratamiento, el cual puede generar efectos adversos y ante ellos se requieren unos cuidados especiales, al igual que con las condiciones mismas de la enfermedad, entre los posibles efectos adversos y las medidas para contrarrestarlos se encuentran las siguientes:
- Cansancio
- Alteraciones en la piel
- Pérdida de pelo
- Náuseas y vómitos
- Infecciones
- Dolor
Estos son algunos de los efectos más frecuentes, pero existen otros los cuales serán explicados y manejados por el grupo que está tratando a tu hijo o hija, en todo caso cualquiera que sea el tratamiento este se tendrá que cumplir al pie de la letra, pues es lo que garantiza el éxito del mismo, y por nada suspenderlo, tampoco tomar o aplicarse nada sin preguntar primero, esto también se relaciona con la aplicación de vacunas pues no todas se le podrán colocar y deberán postergarse, pero otras si las necesita, eso es algo que debes tener en cuenta.
Otra parte fundamental del manejo es la atención que brinde todo el personal de salud, pues esta tiene que caracterizarse por ser digna y humanizada, comprendiendo la situación por la que puedas estar atravesando tú, el paciente y el resto de familia, también se te deben respetar tus creencias, cultura y tradiciones si perteneces a algún grupo étnico, para que puedan acondicionar ciertas prácticas teniendo en cuenta como tú y los tuyos perciben el mundo.
No sientas miedo de preguntar y hablar acerca de tus preocupaciones, o dudas, o las del menor, pues esto les permitirá afrontar de mejor manera todo el proceso, y si es necesario, buscar y recibir ayuda profesional.
Cuidado posterior al tratamiento
Después del tratamiento del cáncer, también es necesario seguir cuidándose, mantener hábitos de vida saludables, y seguir asistiendo a controles periódicos, que incluyen toma de
exámenes de forma regular, imágenes como resonancias, TAC y las que ameriten, citas de seguimiento, y control de efectos secundarios de mediano y largo plazo, pues parte importante del cuidado posterior al tratamiento se centra en el alivio de estos. Es importante mantener datos actualizados del historial de la enfermedad y del tratamiento, fechas de inicio, medicamentos administrados, terapias, efectos ocasionados, pues serán de mucha utilidad para establecer planes de manejo.