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EPOC, la enfermedad oculta tras la tos del fumador

08/29/24
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EPOC es la sigla para Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, una enfermedad crónica inflamatoria de los pulmones, que obstruye el flujo del aire y que es común, prevenible y tratable, caracterizada por la presencia de una serie de síntomas respiratorios persistentes como la tos prolongada con moco (bronquitis crónica) y que van generando una limitación permanente y progresiva para respirar hasta ocasionar un daño de los pulmones (enfisema).

La causa de EPOC suele ser una larga o constante exposición a partículas o gases irritantes para los pulmones y las vías respiratorias, en el 80 % de los casos, por exposición al humo del cigarrillo, pipa o tabaco. Otros agentes irritantes son los polvos químicos y vapores en el ámbito laboral, la contaminación del aire (humo de carros y motos, de la quema de madera y de chimeneas), el humo producido al cocinar con leña o biomasa o los gases de combustibles usados para cocinar como la gasolina o petróleo.

La EPOC afecta a casi el 14% de la población mundial mayor de 40 años y la causa principal es el consumo regular o exposición al humo de cigarrillo o tabaco, que afecta por igual a hombres y mujeres. Esta enfermedad es poco conocida y regularmente confundida con otras enfermedades de tipo respiratorio como el Asma.

Por lo anterior, es importante tener en cuenta que los síntomas típicos de la EPOC aparecen solo cuando ya se ha producido un daño significativo en los pulmones y casi siempre se presenta como síntoma principal, una tos diaria con moco (esputo) durante unos tres meses al año y en dos años consecutivos.

Otros signos y síntomas de la EPOC:

  • Dificultad para respirar, sobre todo durante la actividad física o el ejercicio.
  • Silbido al respirar.
  • Sensación de Presión en el pecho.
  • Mucosidad en la garganta todos los días (gargajos, moco o esputo abundante) que puede ser transparente, blanca, amarilla o verdosa.
  • Tos crónica.
  • Coloración azul en los labios (cianosis).
  • Infecciones respiratorias frecuentes.
  • Falta de energía, fatiga inusual.
  • Pérdida de peso involuntaria e inusual.
  • Hinchazón en los tobillos, los pies o las piernas.

Cómo se diagnostica y trata la EPOC:

Se debe realizar un análisis de la función pulmonar, a través de una prueba muy sencilla llamada Espirometría, que consiste en soplar en un tubo para medir el volumen y la presión del aire exhalado. En algunos casos, se pueden solicitar exámenes adicionales como una radiografía para detectar enfisema, descartar otros problemas pulmonares o insuficiencia cardíaca. De igual manera, se pueden solicitar exámenes de sangre para medir la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono que hay en su sangre, para identificar precozmente la enfermedad y disminuir complicaciones o evolución de la misma.

De no tratarse oportunamente, ésta progresa, se agudiza y se complica de forma general y acelerada. El tratamiento de la EPOC, se enfoca en mejorar estos síntomas, principalmente la dificultad para respirar, y prevenir las complicaciones  con la administración de medicamentos inhalados, acompañado por terapia respiratoria, pero teniendo en cuenta que el daño generado inicialmente a los pulmones ya no se puede arreglar; he aquí la importancia de la prevención, el diagnóstico y tratamiento oportuno.

Autocuidado para prevenir y evitar complicaciones de la EPOC:

Para prevenir, controlar la enfermedad, evitar agudizaciones y deterioro funcional de sus pulmones, Asmet Salud EPS comparte las siguientes recomendaciones:

  1. Deje de fumar. Este es el primer paso para disminuir el avance de la enfermedad o su aparición. Evite que sus hijos, familiares, vecinos o amigos inicien el consumo de cigarrillo a temprana edad (antes de los 18 años).
  2. Tómese o aplíquese los medicamentos de la manera en que se los formula el médico. Evite el riesgo de tener que necesitar oxígeno.
  3. Haga ejercicio o algún tipo de actividad física.
  4. Implemente una dieta saludable. Es importante que limite el consumo de grasas y carbohidratos y se mantenga en su peso óptimo, así mejorará su respiración.
  5. Cuídese de adquirir infecciones respiratorias, para evitar debilitar aún más sus pulmones. Lávese las manos de manera regular, use tapabocas en aviones y en áreas con mucha circulación de carros y motos, para evitar inhalar las partículas de contaminación ambiental o los gérmenes que pueda tener el aire.
  6. Vacúnese contra la influenza cada año.
  7. No cocine con madera, leña, carbón, gasolina o petróleo. Y si debe hacerlo, use tapabocas y procure que el lugar este al aire libre y retirado lo que más pueda de las habitaciones.
  8. Asista puntualmente a las sesiones educativas, talleres, consultas y controles programados por su médico. En estos espacios le enseñaran técnicas de respiración, ejercicios para piernas y brazos, como usar correctamente los inhaladores, entre otras.

Ante cualquier síntoma, no dude en consultar de inmediato con un médico, en el centro de salud más cercano.

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