Cáncer Infantil Detectarlo a tiempo, aumenta las posibilidades de éxito en el tratamiento Boletín 108
Detectarlo a tiempo, aumenta las posibilidades de éxito en el tratamiento
El 21 de diciembre se lleva a cabo el Día Nacional del Niño con Cáncer, una enfermedad que, detectada a tiempo, puede ser curada con éxito, por ello es necesario que las personas conozcan acerca de la enfermedad y consulten oportunamente.
El cáncer ocurre cuando las células de determinada parte del cuerpo, alteran su forma y se multiplican de forma anormal, con el poder de destruir células sanas e invadir otros órganos y tejidos; y se denomina que es cáncer infantil cuando se desarrolla en la niñez o la adolescencia. Y si bien se desconoce por qué ocurre, existen ciertos factores que aumentan la probabilidad de que un niño o niña desarrolle algún tipo de cáncer y son:
Exposición a radiación: la exposición a rayos X durante el embarazo podría aumentar el riesgo de cáncer de los niños
Sustancias químicas y medicamentos: algunas sustancias tóxicas como plaguicidas, solventes, productos de tipo industrial, así como la exposición desde el vientre al alcohol y otras sustancias, pueden predisponer la aparición de cáncer en edades tempranas.
Factores biológicos: algunos virus como el virus de Epstein Barr, virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), hepatitis B y C, virus linfotrópico humano tipo 1 (HTLV1) y el papiloma virus están asociados con algunos cánceres específicos.
Factores genéticos y familiares: los niños y niñas que tienen antecedentes familiares de ciertos cánceres pueden estar más expuestos a desarrollarlo.
¿Cómo detectar a tiempo el cáncer infantil? Como primera medida es comprender que niños, niñas y adolescentes pueden desarrollarlo, por ello padres, maestros, cuidadores, familia, personal de salud y demás, deben estar muy atentos a la presencia de estos signos y síntomas:
- Sudoración nocturna o excesiva.
- Pérdida de peso.
- Dolor de huesos y articulaciones.
- Palidez progresiva, fatiga, cansancio o apatía sin causa aparente.
- Fiebre persistente o recurrente, es decir, que dure varios días y no ceda a tratamientos comunes.
Otros signos más específicos incluyen:
- Sangrado frecuente de nariz o de encías o al cepillarse los dientes.
- Puntos rojos o morados en la piel (petequias) o moretones sin causa aparente.
- Crecimiento irregular en abdomen.
- Crecimiento de bolitas (ganglios) progresivo en cuello, axilas ozona inguinal, sobre todo si son nódulos duros, grandes y sin datos de infección, que no disminuyen con antiinflamatorios.
- Crecimiento anormal en cualquier parte del cuerpo.
- Mancha blanca en el ojo cuando le da la luz.
- Desviación de mirada o aumento de volumen en uno o ambos ojos.
- Dolor de cabeza persistente, que empeora con el tiempo y no cede con medicamento, despierta al niño o niña y es asociado a nausea o vómito,
- Alteraciones neurológicas: como cambios de la conducta, mareos, movimientos involuntarios, convulsiones, hormigueo, debilidad muscular, pérdida del equilibrio, alteraciones al caminar y/o pérdida de sensibilidad, dificultad para hablar.
- Picazón en la piel sin explicación aparente
- Infecciones que no mejoran.
- Asimetría del rostro o en alguna parte del cuerpo.
- Alteraciones en la visión (borrosa, doble, ceguera súbita).
Que un niño, niña o adolescente, tenga uno o varios de estos signos y síntomas, son señales de alarma por las cuales se debe llevar inmediatamente a consulta médica, y por nada experimentar con remedios caseros o preguntar en farmacia, amigos u otras personas, ya que esto disminuye la oportunidad de diagnosticarlo y tratarlo a tiempo. Igualmente es importante llevarlo a las valoraciones integrales, que son consultas gratuitas donde evalúan su crecimiento y desarrollo.
Diagnóstico y tratamiento
Para diagnosticar el cáncer el profesional de medicina debe examinar completamente al menor, buscando signos sospechosos, preguntando también sobre su comportamiento, y sobre cualquier situación de riesgo, y ante cualquier sospecha enviara exámenes, e imágenes, además de una biopsia.
En cuanto al tratamiento, este puede incluir, quimioterapia, radioterapia, trasplante de médula ósea (o de células madre), o cirugía.
Estar atentos a cualquier alerta y la consulta inmediata conducen a un diagnóstico y tratamiento oportuno, al cual se debe ser adherente, de principio a fin.